Dejando a las sombras que me abracen, me encuentro. |
Temprano, en la mañana, vio venir algo a lo lejos. Primero pensó que era un animal feroz; después, que era un hombre, con seguridad un asesino. A medida que el extraño se le fue acercando creyó ver un paisano, a un amigo, a su hermano, hasta que al final, a mediodía, se dio cuenta de que era su propia sombra.
De: El tesoro de la sombra de Alejandro Jodorowsky.
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