Si buscas elogios, pregúntate antes qué has hecho para merecerlos. |
Un yesero carga un Cristo para llevarlo a una iglesia. Ve que a su paso por la calle los ciudadanos se prosternan. Cree que es un homenaje dedicado a su persona. Se siente divino. Quiebra la escultura y abre los brazos. No comprende por qué lo apedrean.
De: El tesoro de la sombra de Alejandro Jodorowsky.
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